El ejemplo patagónico

Antes que nada, y teniendo en cuenta el título, hay que comenzar aclarando que este post no está dedicado a ningún pingüino ni pingüina, y mucho menos al secretario de Agricultura.

Muchas veces las distintas visiones acerca de cómo deben funcionar determinados sectores institucionales (siempre con mucha carga ideológica de por medio) llevan a la sociedad a discutir escenarios que, en los países con más y mejor visión del mundo, ya están agotados desde hace tiempo.

Si está bien que el Estado controle, si es válido que el sector privado tenga algún tipo de participación en ése control estatal, si está correcto que Estado y privados sean socios, o si es bien visto que uno u otro se meta en una ONG, etc., son cuestiones que se siguen discutiendo en distintos niveles de la sociedad argentina.

Pero este posteo está dedicado a una entidad que, justamente, demuestra no sólo que lo público y lo privado pueden convivir, sino que también ambos pueden desarrollar bien sus tareas. Tal es el caso de la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica (FUNBAPA), una asociación civil creada en 1992 para cubrir requerimientos regionales y problemas sanitarios y de calidad en las provincias del sur de nuestro país.

La institución tiene sus representantes públicos a través de los gobiernos provinciales (incluso hasta está Buenos Aires, por su importancia en el transporte hacia y desde el sur) y de funcionarios de ámbito nacional (SENASA), mientras que también tiene en su mesa a productores y empresarios (nucleados en cámaras o sociedades rurales).

La cooperación para que los controles sean eficaces les conviene a todos los miembros de Funbapa: será por eso que el funcionamiento es casi el ideal (igualmente la región cuenta con una ventaja que vale la pena ser mencionada: el status de libre de aftosa desde el paralelo 42 hacia el sur).

Hoy Funbapa nuevamente fue noticia, ya que en Río Gallegos (patria chica del primer pinguino mencionado en este texto) comenzó a funcionar un scanner detector de productos orgánicos que tiene como objetivo agilizar y hacer más eficientes las tareas de inspección zoofitosanitaria que se desarrollan en el lugar, para evitar el ingreso de plagas y enfermedades perjudiciales para la producción.