"Si tenemos en cuenta una producción de carnes de 3.400.000 de toneladas anuales y que para producirla necesitamos 6.000.000 de toneladas de animal en pie -56% de rinde- multiplicadas por los $500 por tonelada que el productor recibió de menos en el año 2006 -$0.50 por kilo vivo-, el resultado final es que dejó de percibir $3.000 millones. En leche, dejó de percibir $0,10 por litro (por 10.000 millones de litros por año); son otros 1.000 millones. Por último, en trigo $80 por tonelada (por los 12 millones de toneladas cosecha en 2006/2007) resultan otros $1.000 millones, significando sólo en estos tres rubros una suma de $5.000 millones que quedaron en algún lugar.
La pregunta es: ¿dónde quedó ese dinero? No hay otro lugar físico que no sea entre la parte de la cadena (industrialización y comercialización) que unen al productor de la materia prima y al consumidor final.
En este juego, mientras el gobierno dice haber ahorrado con estas “trampas” $7.000 por una menor inflación, el productor dejó de percibir $.5000 millones anuales, el consumidor pagó más caros los alimentos, los ahorristas e inversores tuvieron menos rendimientos y un grupo de “amigos” aprovechando este mecanismo, se quedó con la diferencia. Pero lo más dramático es que no se solucionó el problema de fondo, el de la inflación; más bien, diría que estamos en una situación peor que la de hace un año atrás."
Néstor Roulet, vicepresidente de CRA
Ámbito Financiero, 27/03/2007
martes, 27 de marzo de 2007
Unos ganan, otros pierden...
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